La señora de los cinco perros

26 de abril de 2009




La señora de los cinco perros vivía frente a la casa de mis padres, mi niñez.
Eunice dormía crece brilla con un Amstrong de la realeza británica, en Bernal. Suburbio provincial en Buenos Aires, calle arbolada, casa inglesa con listones verde oscuro, tejas color ladrillo y un laurel que hoy habitan otros.

Eunice y su caballero inglés fueron mi modelo de paraíso. Escoltaban a cinco perros en una sala tapizada con maderas de oriente; desde el ecuador de cada recinto hasta el cielo, los cuadros que habían elegido para sus galas.

Me llamaban para las tardes de ópera.
Era a mis diez años.
Eunice me miraba deliberadamente, ojos grises y ademanes de tormenta.

Perseguí ese aire en la torre cada mañana, distante de mis padres.



Rembrandt





paso a paso olvidamos
el molto vivace, la sonrisa
humillada

herrumbre el día,
las luces
que nunca alentó Rembrandt



La ley

11 de abril de 2009




Songe aux prècedéntes
Ils ont terni tout ce qu'ils ont compris.
Henri Michaux


Alba torre o bruna alta:
solo, el émulo artesona la ley.

Hembra contra varón: la madre
pastor
aniquila.

Ni un cadáver
las hace humildes, reinas
-jaque luz-.

Quiebre la siesta perdida
tu nuez.




* Considerar los precedentes
Que han empañado todo lo que han entendido.
(H. Michaux)